domingo, 20 de septiembre de 2009

HIJOS


Igual que el jardinero
cuida de sus semillas
regando cada día
y luego sean flor.
Con ese mismo esmero
estoy a vuestro lado,
disfruté de sus juegos,
sus triunfos
me duelen sus dolores.
Pero la vida es bella
y no hay nada más sublime
que su sincero amor.

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