lunes, 22 de junio de 2009


Rosita Quiroga (1896-1984)

Dueña de un estilo
irónico y burlón
de un arrastre canyengue
y una "ese" pronunciada
que motivaba gran
simpatía para sus admiradores
Ninguna se expresó como ella, cantaba con la misma cadencia y el mismo "dejo" con el que hablaba, intercalando palabras lunfardas y vulgares, tal como lo habría escuchado de los hombres de su casa, laburantes del puerto y carreros. Este estilo la acompañó hasta su muerte.
El periodista Jorge Göttling la llamó "La Piaf del arrabal porteño"
Apareció en el momento preciso y fue distinta a todas, hija dilecta de la compañía Victor a la cual le fue fiel en toda su carrera. Logró tener mucho predicamento en las decisiones del sello grabador, de manera tal que una gestión suya hizo que el gran Agustín Magaldi, por entonces un cantor desconocido, grabara en la compañía.
Rosita Rodríguez Quiroga de Capiello, fue la más genuina representante del tango arrabalero. Contó entre sus admiradores, con dos notables: Eva Perón, que la invitó a su despacho, cuando grabó "De mi Barrio" y Julio Cortázar, que la recordó como una voz irremplazable.
Venerada por todos los que amamos el Tango, lloramos su partida física, ocurrida es su casa de la Av. Callao el 16 de Octubre de 1984.

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